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Equilibrio entre nutrición y ejercicio para mujeres mayores de 40 años

Al llegar a los 40, el cuerpo de la mujer experimenta cambios significativos que afectan el metabolismo, la masa muscular y la salud en general. Equilibrar la nutrición y el ejercicio se vuelve fundamental para mantener la energía, adaptarse a los cambios hormonales y promover el bienestar a largo plazo. Este artículo explora maneras prácticas para que las mujeres mayores de 40 logren un equilibrio sostenible entre su alimentación y su actividad física, ayudándolas a sentirse fuertes, vitales y saludables.


Vista a la altura de los ojos de una mujer preparando una ensalada colorida y nutritiva en una cocina luminosa.
Una mujer preparando una ensalada fresca con verduras y proteínas magras

Comprender los cambios después de los 40


Alrededor de los 40 años, muchas mujeres notan cambios en su composición corporal y niveles de energía. La masa muscular disminuye naturalmente entre un 3 y un 8 % por década después de los 30, lo que ralentiza el metabolismo. Los cambios hormonales, incluida la disminución de estrógenos, pueden afectar la distribución de la grasa y la densidad ósea. Estos cambios facilitan el aumento de peso y dificultan su pérdida, sobre todo en la zona abdominal.


Al mismo tiempo, las necesidades energéticas pueden disminuir ligeramente, pero los requerimientos nutricionales suelen aumentar para mantener la salud ósea, cardiovascular y la función cognitiva. Esto significa que las mujeres mayores de 40 años deben centrarse en alimentos ricos en nutrientes y en la actividad física regular para contrarrestar estos cambios.


Prioridades nutricionales clave para mujeres mayores de 40 años


Enfoque en las proteínas


La proteína ayuda a preservar la masa muscular, favorece el metabolismo y facilita la recuperación tras el ejercicio. Las mujeres mayores de 40 años deben consumir entre 1 y 1,2 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal al día. Algunas buenas fuentes son:


  • Carnes magras como el pollo y el pavo

  • Pescados como el salmón y el atún

  • Opciones basadas en plantas como frijoles, lentejas y tofu

  • Productos lácteos como el yogur griego y el requesón.


Incluir proteínas en cada comida ayuda a mantener la masa muscular y a sentirte saciado durante más tiempo.


Prioriza el calcio y la vitamina D.


La densidad ósea disminuye con la edad, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis. El calcio y la vitamina D son fundamentales para la fortaleza de los huesos. Las mujeres deben procurar:


  • 1200 mg de calcio al día provenientes de lácteos, verduras de hoja verde o alimentos fortificados.

  • De 600 a 800 UI de vitamina D al día a través de la exposición a la luz solar, suplementos o alimentos fortificados.


Incluye grasas saludables


Las grasas saludables favorecen la salud cerebral y la producción hormonal. Algunas fuentes son:


  • Aguacates

  • Frutos secos y semillas

  • Aceite de oliva

  • Pescados grasos como el salmón y la caballa


Limita las grasas saturadas y trans presentes en los alimentos procesados.


Consume mucha fibra


La fibra favorece la digestión y la salud cardiovascular. Procure consumir entre 25 y 30 gramos diarios provenientes de:


  • Granos integrales como la avena, la quinoa y el arroz integral

  • Frutas y verduras

  • legumbres


Mantente hidratado


El agua favorece el metabolismo y la energía. Procure beber al menos 8 vasos de agua al día, ajustando la cantidad según su nivel de actividad y el clima.


Estrategias de ejercicio para mujeres mayores de 40 años


Combina entrenamiento de fuerza y cardio


El entrenamiento de fuerza ayuda a contrarrestar la pérdida muscular y acelera el metabolismo. Realiza de dos a tres sesiones por semana, centrándote en los principales grupos musculares, utilizando:


  • pesas libres

  • Bandas de resistencia

  • Ejercicios con el propio peso corporal como sentadillas y flexiones


El ejercicio cardiovascular favorece la salud del corazón y el control del peso. Incluya 150 minutos semanales de ejercicio cardiovascular de intensidad moderada, como por ejemplo:


  • Caminata enérgica

  • Ciclismo

  • Nadar


Incorporar flexibilidad y equilibrio en el trabajo


Los ejercicios de flexibilidad y equilibrio reducen el riesgo de lesiones y mejoran la movilidad. Practicar yoga, pilates y estiramientos dos o tres veces por semana puede ayudar a mantener la salud de las articulaciones y una buena postura.


Escucha a tu cuerpo


La recuperación cobra mayor importancia con la edad. Permítete días de descanso y ajusta la intensidad según cómo te sientas. Evita forzar la situación si sientes dolor o fatiga.


Ejemplo de plan de comidas diario para mujeres mayores de 40 años


| Comida | Alimentos incluidos |

|---------------|--------------------------------------------------------------------------------|

| Desayuno | Yogur griego con frutos rojos, semillas de chía y un toque de frutos secos |

| Merienda | Rodajas de manzana con mantequilla de almendras |

| Almuerzo | Ensalada de pollo a la parrilla con mezcla de lechugas, aguacate, tomates cherry y aderezo de aceite de oliva |

| Aperitivo | Palitos de zanahoria con hummus |

| Cena | Salmón al horno, quinoa, brócoli al vapor |

| Merienda | Un pequeño tazón de requesón con rodajas de melocotón |


Este plan equilibra las proteínas, las grasas saludables, la fibra y las vitaminas y minerales esenciales.


Consejos para mantener la coherencia


  • Establece metas realistas : Céntrate en el progreso, no en la perfección. Los pequeños cambios suman.

  • Planifica tus comidas y entrenamientos : La planificación ayuda a crear una rutina y reduce la fatiga por tomar decisiones.

  • Busca actividades que disfrutes : Elige ejercicios que te gusten para mantenerte motivado.

  • Registra tu progreso : Usa un diario o una aplicación para controlar tu nutrición y estado físico.

  • Busca apoyo : Únete a grupos o trabaja con un entrenador para rendir cuentas.


Abordar los desafíos comunes


Cambios hormonales y aumento de peso


Los cambios hormonales pueden provocar antojos y acumulación de grasa. Controlar el estrés mediante la atención plena, el sueño y una alimentación equilibrada ayuda a regular las hormonas.


Dolor articular y ejercicio


Las actividades de bajo impacto como la natación o el ciclismo reducen la tensión en las articulaciones. Fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones también proporciona soporte.


Horarios apretados


Los entrenamientos cortos de alta intensidad y la preparación de comidas ahorran tiempo al tiempo que se mantienen los objetivos de salud.


Reflexiones finales


Equilibrar la nutrición y el ejercicio después de los 40 requiere prestar atención a las necesidades cambiantes del cuerpo y del estilo de vida. Priorizar las proteínas, el calcio, la fibra y la hidratación favorece la salud, mientras que combinar ejercicios de fuerza, cardio y flexibilidad mantiene la forma física y la vitalidad. Los pequeños pasos constantes conducen a beneficios duraderos. Empieza hoy mismo con un cambio y avanza poco a poco para disfrutar de un futuro más fuerte y saludable.


Este contenido tiene fines meramente informativos y no sustituye el consejo médico profesional. Consulte a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier dieta o programa de ejercicio nuevo.

 
 
 

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